sábado, 8 de agosto de 2015

RESCATE EN ALTA MAR

La mañana del segundo día de navegación desde Panamá hacia Galápagos recibimos a bordo una visita inesperada. 

A las 7:00 de la mañana, en la guardia de Barry, una embarcación de pesca abierta con tres hombres abordo se dirigía hacia nosotros pegando gritos y pidiendo auxilio. Yo estaba durmiendo pero la tripuación me despertó porque soy la única en el barco que habla español.

Cuando salí a cubierta con las legañas en los ojos me encontré un panorama un poco desconcertante...la embarcación con los tres pescadores se encontraba a menos de un metro del barco, pedían ayuda y decían que se habían perdido pescando hacía 4 días. En su embarcación lo único que yo alcanzaba a ver eran 4 bananas, no había agua, ni utensilios de pesca de ningún tipo. Lo primero que me vino a la cabeza fue decir "lo siento pero no os podemos ayudar", me salió solo, sin pensar. Es lo que digo habitualmente a la gente que me asalta por la calle contándome alguna película inverosímil para que le preste dinero. En Murcia ciudad me pasa mucho.
Sinceramente, en aquel momento pensaba que eran piratas y querían abordar el barco, pero tampoco conseguía ver abordo armas de ningún tipo. Después de unos minutos de tensión ellos mismos insistieron en que llamáramos a "las Autoridades" pero que no los dejáramos sólo a la deriva de nuevo. Viendo que parecía que ellos mismos no tenían problema en dar parte de la situación les dije que no se preocuparan que nadie los iba a dejar allí, pero que tenían que entender que abordo no podían subir. Les suministramos comida y agua y atamos su embarcación a la nuestra mientras llegaban los refuerzos. Apenas les quedaban dos litros de combustible que llevaban guardando desde que se perdieron, sólo haciendo uso de él cuando veían algun barco para acercarse, sin ningún éxito. Nosotos fuimos los primeros en prestarles ayuda, el resto de mercantes pasaron de largo durante los 4 días anteriores. Estabamos a 150 millas de la costa de Colombia y no había forma humana de que pudieran volver con sus propios recursos.
Les prestamos el teléfono satélite para que llamaran a sus familias y al mismo tiempo nostros intentabamos localizar por radio al resto de buques que había por la zona y a la guardia costera, sin ningún éxito. Al final mediante el teléfono satélite pudimos contactar, mediante amigos que estaban en tierra, a los Guarda Costas en Estados Unidos y a la Guardia Costera de Panamá. Ambos servicios trabajaron conjuntamente para venir a recoger a los tres pescadores perdidos.

"Echando un cabo"

El día fue largo y tormentoso, la lluvia era fuerte y decidimos subir abordo a nuestros nuevos acompañantes porque su lancha no llevaba protección de ningún tipo. Estaban deshidratados después de tantos días en el mar pero por lo demás estaban bien. Uno de ellos llevaba un rosario de plástico en la mano, de esos que brillan, la escena era de película. Preparé una sopa para todos y después de comer estaban tan cansados que se quedaron todos durmiendo. Barry y yo seguíamos enviando nuestra posición a los USCG y a la Guardia Costera de Panamá, respectivamente, cada hora durante las siguientes 8 horas. Finalmente el APACHE USCG a pareció en el horizonte a las 18:30 de la tarde para proceder al intercambio de los tres pescadores y su embarcación. El proceso acabó a las 19:00 de la tarde y nosotros, después de despedirnos de los pescadores, de la USCG y la Guardia Costera de Panamá, continuamos nuestro camino rumbo Galápagos, aún nos quedaban más de 700 millas...

APACHE USCG recogiendo a los pescadores




Afortunadamente el océano decidió ese día devolver tres almas de vuelta a casa, normalmente no es tan considerado...después de situaciónes así uno recuerda lo increíblemente débil que es la línea entre la vida y la muerte, como en un momento o un despiste pueden cambiar tu vida para siempre o acabar con ella directamente. Estos tres jóvenes pescadores se encontraban faenando muy cerca de la costa, prácticamente en la puerta de su casa por lo que no llevaban material de seguridad ni nada para poder comunicarse con la cosa, estaban demasiado cerca como para que pasara nada. El tiempo cambió derrepente mientras estaban recogiendo una de sus redes y una ola los arrastro mar adentro, en menos de dos minutos la lluvia los rodeaba y no podían ver nada. Y así estuvieron, a la deriva durante varias horas, cuando la lluvia pasó y se hizo de día ya no podían ver la costa.


Durante los cuatro días que estuvieron a la deriva intentaron parar varios barcos mercantes, sin ningún éxito, simplemente pasaron de largo...por suerte nos encontraron a nosotros y, por suerte, yo hablo español, hubiese sido más complicado todavía sin esta facilidad.

Hace un par de días USCG le mandó a Barry un email de agradecimiento por su labor en el rescate, pero no hemos sabido nada de los propios pescadores, ni siquiera hemos podido ponernos en contacto con ellos, realmente deseamos que llegaran bien a casa y sin problemas. 

Desde luego hay que tener mucho cuidado en el mar, vigilar todo repetidas veces y no te dejarse llevar por la confianza o la seguridad de una situación. Nosotros estabamos a 150 millas de la costa y tardaron 12 horas en realizar el rescate. En 12 horas pueden pasar muchas cosas, tu barco puede hundir, puedes desangrarte por un mal accidente, ahogarte...en el mar estás relativamente solo y es muy importante ser consciente de ello y evitar problemas, toda precaución es poca...

Idoia Chicoy García
Calderón gris, Asociación para la Conservación del Medio Marino
Costa de la Luz 16 A | 30740 | San Pedro del Pinatar | Murcia



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