El Sábado 25 de Julio
partimos del Balboa Yatch Club rumbo al archipiélago Las Perlas
(Panamá). Este conjunto de islas es famoso debido a que en esta
época del año las ballenas azules vienen a sus costas a
reproducirse y preparar a sus crías para las grandes migraciones en
busca de alimento que les esperan después del confortable verano en
las cálidas aguas de Panamá.
Puente de las Américas, junto a Balboa Yacht Club |
Los preparativos de
última hora y la puesta a punto del nuevo filtro ósmosis inversa
que transforma el agua salada en agua potable, necesario en las largas navegaciones para nosotros que somos 6 a bordo, nos llevó un
poco más de tiempo del esperado por lo que empezamos a navegar bien
entrada la tarde rumbo Las Perlas. Teníamos intención de visitar la
zona donde se encuentran las ballenas o al menos pasar cerca y hacer
noche por allí pero como he dicho, con 6 personas en el barco, a
veces es difícil terminar el día en el horario previsto. Al final
llegamos sobre media noche, por lo que decidimos adelantar el paso y
no parar, con un poco de suerte podíamos seguir navegando a buena
velocidad durante algunas horas más.
Este tramo del viaje se
aventuraba un poco complicado, el tiempo indicaba variaciones diarias
en intensidad y dirección del viento. Unos días a favor y con buena
intensidad, otros en contra y algunos sin nada de viento. Una
lotería, podíamos llegar a galápagos con la misma probabilidad en
6 días que en 3 semanas. Para más inri, cruzamos esta zona fuera de
temporada, lo que significaba también lluvias y tormentas.
El incidente con los
pescadores nos retrasó 12 horas cuando el viento estaba estable y a
favor, a la mañana siguiente el viento empezaba ya a flojear por lo
que tuvimos que encender el motor, estuvimos navegando rumbo directo
a Galápagos durante varias horas hasta que el viento nos alcanzó de
nuevo. Dejamos la Isla de Malpelo (Colombia) a estribor pero el
viento empezaba a cambiar y ya no venía a favor, si no en contra por
lo que teníamos que ceñir rumbo Colombia o rumbo totalmente Oeste,
debido a que la corriente nos impedía tener mejor ángulo en el
bordo de babor. Así estuvimos varios días. Algunas veces teníamos
suerte y las tormentas que venían de tierra nos arrastraban unas
millas con el viento a favor, rumbo directo Galápagos. Otras veces
simplemente nos quedábamos durante horas avanzando solo a unos pocos
nudos de velocidad o directamente teníamos que encender el motor, un
total de 15 horas en toda la travesía.
Durante todo un día
estuvimos navegando rumbo casi Sur, nos venía bien porque una vez
que se alcanza Latitud 2º Norte (o Sur, si navegas desde el
hemisferio Sur) empieza a notarse más la corriente Ecuatorial que va
dirección Este-Oeste y que nos era favorable para llegar a
Galápagos. A partir de ese día, viramos rumbo Sur-Oeste, el viento
cada vez nos era más favorable, gracias a la corriente íbamos a más
velocidad, las tormentas cesaron, salió el sol y empezamos a recibir
visitantes marinos. Al noveno día avistamos la Isla de San Cristóbal
al amanecer.
Amanacer e Isla de San Critóbal, a la derecha |
Idoia Chicoy García
Calderón gris, Asociación para la Conservación del Medio Marino
+34622250520 | whalewatchingmurcia@gmail.com | www.whalewatchingmurcia.com
Costa de la Luz 16 A | 30740 | San Pedro del Pinatar | Murcia
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